martes, 12 de abril de 2011

AUGE DEL DESEMPLEO EN MEXICO Y EL MUNDO


México es el país de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) donde más se trabaja, con diez horas al día de media entre el trabajo remunerado y el no remunerado, pero también el que tiene mayor proporción de pobres en su población.

Según el informe anual de estadísticas sociales publicado hoy, uno de cada cinco mexicanos es pobre, mientras que la media en la OCDE es de uno de cada diez. Además, casi a la mitad de los mexicanos les resulta "muy difícil" vivir de sus ingresos ".

Los mexicanos trabajan casi diez horas al día, la cifra mayor de los países de la organización, pero de todo ese tiempo, cuatro horas y media son para actividades no remuneradas, igualmente el valor más elevado en comparación con los otros países de la OCDE.

Un trabajo no remunerado que recae muy particularmente en las mujeres, que dedican 261 minutos más que los hombres a esas tareas, la mayor diferencia entre los 29 países para los que hay datos.

Frente al alto trabajo no remunerado en México, el tiempo de actividad pagada es algo superior a la media de la OCDE, pero inferior a la de dos de sus miembros, Japón y Corea del Sur.

Otro punto en que destaca México son los avances relativos en mortalidad infantil, ya que en los últimos 25 años se ha conseguido evitar 29 muertes por cada mil nacidos vivos, la segunda progresión más importante después de Turquía.

De acuerdo con el informe " Panorama de la Sociedad", los mexicanos son el tercer país en el que sus habitantes dan cuenta de experiencias psicológicas positivas, como sentirse descansado o sonriente, aprender o hacer algo interesante y disfrutar.

Falta de empleo principal problema de la juventud, revela UNAM 

La Universidad Nacional Autónoma de México reveló que la falta de oportunidades laborales es una de las problemáticas que enfrentan con mayor frecuencia los jóvenes de entre 18 y 29 años.

De acuerdo con la Encuesta Nacional de Discriminación 2010, a cargo del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred), y del Área de Investigación Aplicada del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, la muestra incluyó la visita de 13 mil 751 hogares, que arrojaron información en torno a 52 mil 95 personas de todas las entidades federativas.

El 35.6 por ciento de los jóvenes en la edad referida, señalaron al desempleo como principal problema al que le hacen frente.

El segundo lugar, posicionaron a las adicciones, con un 11.1 por ciento de los encuestados, principalmente los que oscilan entre los 12 y 17 años.

En una muestra específica de mujeres, al cuestionarlas sobre cuál es su principal problema en México actualmente, el 21.3 por ciento señaló el empleo; el 14.9 por ciento los relacionados con la inseguridad, y el 11.4 por ciento el maltrato, acoso y violencia.
  
La encuesta realizada por la UNAM y la Conapred arrojó que los jóvenes creen más en la familia que en cualquier otra agrupación social, ya que de en una escala del 1 al 10, el ente familiar recibió una calificación de 9.1, seguida por las universidades que recibieron 8.

Al mencionar los mayores factores de división en el lugar donde viven, seis de cada 10 entrevistados de 12 años o más mencionaron que la riqueza divide “mucho”, mientras que el 46.9 por ciento refirió a los partidos políticos.

En cuanto a preferencias sexuales de la población, el 43.7 por ciento manifestó que no estarían dispuestos a permitir que en su casa vivieran personas homosexuales; 35.9 por ciento enfermos de sida, y 26.6 por ciento, extranjeros.

También, se preguntó qué tan positivo o negativo es que la sociedad esté compuesta por personas con diferentes orientaciones o preferencias sexuales. El 32.8 por ciento contestó que no era “ni positivo ni negativo”; el 34.7 por ciento externó que era muy positivo o positivo, y el 27.9 por ciento que era negativo o muy negativo.

El sondeo incluyó la visita de 13 mil 751 hogares, que arrojaron información en torno a 52 mil 95 personas de todas las entidades federativas.

Los resultados permitieron la comparación entre 11 regiones geográficas, las 10 zonas metropolitanas de mayor población y cuatro zonas fronterizas.
  
En efecto, los jóvenes mexicanos no ven el trabajo como un medio de satisfacción, sino como algo que da para vivir. La gran mayoría perciben bajos ingresos y carecen de prestaciones.

En relación con el salario mínimo, de los más de 14 millones de jóvenes del país (de entre 12 y 29 años de edad) con alguna ocupación laboral, cerca de 50 por ciento percibe de uno a tres de estos sueldos, 14.5 gana menos de uno, 20.8 recibe de tres a cinco, a 11.7 le pagan uno superior a cinco y 7.3 por ciento no es retribuido por su trabajo.

Los anteriores son resultados de un estudio reciente (2010) elaborado por la Subsecretaría de Educación Superior de la Secretaría de Educación Pública (SEP), que fue presentado en un seminario sobre juventud y adolescencia realizado en la Universidad Nacional Autónoma de México.

El estudio muestra que la gran mayoría de los jóvenes de 12 a 29 años que trabajan tienen condiciones laborales bastante precarias.

Asimismo, del total de jóvenes que tienen algún empleo, 56.7 por ciento carece de prestaciones de ley; 35.2 tiene acceso a instituciones de salud y goza de otras prestaciones; seis por ciento no tiene servicios en esas instituciones, pero sí posee alguna prestación, en tanto que 2.1 por ciento sólo cuenta con servicios de sanidad en centros públicos.

De los 34.9 millones de jóvenes de 12 a 29 años de edad que viven en México, 12.7 millones (36.4 por ciento) sólo estudia, 2.7 (7.7 por ciento) estudia y trabaja, 12.1 (34.7 por ciento) sólo trabaja y 7.5 millones no estudian ni trabajan.

Con base en información de la más reciente Encuesta de valores, el subsecretario de Educación Superior, Rodolfo Tuirán, indicó que 84.5 por ciento de los jóvenes piensa que sin buenos contactos es difícil avanzar en la vida; 95.2 considera que es muy importante el ahorro; 92.1 asegura que lo más importante del trabajo es que da para vivir; 91.3 expresa que si tuviera dinero preferiría emprender un negocio propio a continuar como asalariado y 51.2 confiesa que tomar riesgos le causa emoción y no angustia.

Los jóvenes ubican las adicciones y la falta de oportunidades laborales y educativas como los principales problemas que enfrentan, aunque también incluyen los conflictos de integración social y familiar y la soledad, entre otros.

De esta manera, 70.9 por ciento señala los problemas con drogas y alcohol; 28.5 por ciento habla de falta de trabajo; 14.2 ubica pocas oportunidades de estudio; 13.7 menciona las relaciones familiares y de pareja, y 15.8 por ciento señala violencia, soledad y tristeza, entre otros.

Según la información presentada por la SEP, cada vez más se termina la educación básica, media superior y superior; sin embargo, señala, esto es aún insuficiente.

Ilustra: mientras en 1990 de cada 100 estudiantes que años antes habían ingresado a la primaria, 93 la terminaron, 64 concluyeron la secundaria, 34 el bachillerato y 14 la licenciatura. En 2010, por cada 100 jóvenes que se habían colocado en la primaria en años previos, 97 la terminaron, 81 se graduaron de secundaria, 49 finalizaron la educación media superior y 21 concluyeron la carrera.

La información revela que conforme avanzan en los niveles de estudio, cada vez es más difícil para los jóvenes de familias con bajos ingresos permanecer en la escuela. Así, casi 60 por ciento de los alumnos de educación básica se ubica en los cuatro primeros deciles de ingreso (los más bajos); en contraste, en educación superior sólo representan 19 por ciento de los que provienen de ese nivel económico.

205 millones, en busca de empleo: FMI

El crecimiento económico mundial no ha sido lo suficientemente vigoroso como para producir un impacto profundo en las elevadas tasas de desempleo, advirtió este lunes el Fondo Monetario internacional (FMI), ya que alrededor de 205 millones de personas no han podido encontrar trabajo.

La cifra significa quea escala internacional hay alrededor de 30 millones más de personas sin empleo que en 2007, según datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

La economía de Estados Unidos se recupera a un ritmo flojo, por lo que la Reserva Federal (Fed) requiere mantener la política monetaria expansiva mientras el Gobierno trata de frenar su deuda, dijo el FMI.

El aumento del desempleo ha sido muy grave en las economías avanzadas; en las economías emergentes y en desarrollo, el elevado desempleo juvenil es un motivo de inquietud especial, resaltó el organismo financiero internacional al dar a conocer el reporte 'Perspectivas de la Economía Mundial: Las tensiones de una recuperación a dos velocidades'.

El desempleo plantea graves retos socioeconómicos, amplificados en las economías emergentes y en desarrollo por el elevado nivel de precios de los alimentos. Los jóvenes enfrentan una situación particularmente difícil.

Históricamente, en los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), la tasa de desempleo juvenil (de 15 a 24 años de edad) ha sido aproximadamente dos veces y media la de otros grupos.

Aunque el aumento del desempleo juvenil suele ser pronunciado durante las recesiones, esta vez fue mayor: en un grupo de ocho países sobre los cuales existe una larga serie de datos, el aumento promedió 6.5 puntos porcentuales durante la Gran Recesión, frente a 4 puntos porcentuales en recesiones anteriores.

Las tres líneas de defensa contra el desempleo, destaca el FMI, son políticas macroeconómicas de apoyo, saneamiento del sector financiero y medidas laborales concretas. Se prevé que la política monetaria siga siendo acomodaticia en las economías avanzadas.

Sin embargo, existe una necesidad urgente de acelerar la reestructuración y la recapitalización de los bancos para reactivar el crédito a la pequeña y mediana empresa, que origina el grueso del empleo, destacó. Los subsidios de empleo provisionales focalizados en este sector también podrían ayudar a reavivar la contratación.

Esos programas pueden subsidiar la contratación de muchos trabajadores que de todos modos habrían encontrado empleo, o conducir al reemplazo de personal empleado actualmente con el grupo de desempleados que se busca ayudar.

Sin embargo, si los subsidios se canalizan hacia la pequeña y mediana empresa, como mínimo pueden ayudar a aliviar los efectos de las duras condiciones del crédito bancario. En los casos en que el desempleo ha aumentado, debido a razones estructurales o en los que ya era elevado antes de la crisis, es esencial poner en marcha reformas más amplias del mercado del trabajo y de los productos para crear más puestos de trabajo.

El FMI alertó que la carga pesada y creciente que representa el desempleo para los jóvenes pone en peligro la cohesión social. El desempleo juvenil tiende a ser elevado en las economías con mercados laborales que brindan una fuerte protección a los trabajadores experimentados, ofrecen salarios mínimos elevados y no tienen suficientes programas de formación vocacional y para aprendices.

En muchas economías emergentes y en desarrollo, la fuerte protección laboral en el sector formal empuja al empleo -especialmente de los jóvenes- al sector informal. Lo ideal es encontrar un término medio, a través de una regulación apropiada del mercado de productos y del trabajo, entre el segmento protegido/formal y desprotegido/informal.

Recortar los costos fijos del empleo promueve la contratación, cuando la incertidumbre es aguda. Además, se necesitan programas sólidos de formación de aprendices para quienes no pueden cursar estudios universitarios.

La recuperación del mercado laboral sigue siendo deslucida. Después de perder más de 8.5 millones de puestos de trabajo en 2008 y 2009, el mercado laboral apenas ha sumado menos de 1.5 millones de empleos desde que tocó su punto mínimo, porcentaje apenas suficiente para seguir el ritmo del crecimiento de la población en edad activa.

Por lo tanto, el coeficiente empleo/población se mantiene en gran medida sin cambios desde el inicio de la recuperación. Alrededor de un tercio del declive de la tasa de desempleo desde octubre de 2009 -a 8.88% en marzo- es atribuible a una disminución de la participación de la fuerza laboral, que ahora se encuentra en el nivel más bajo del último cuarto de siglo.

La crisis también puede haber incrementado el desempleo estructural en EU, ya que los graves choques sectoriales y regionales crearon disparidades entre la oferta y la demanda de destrezas y competencias laborales.

Los estudios realizados por el personal técnico del FMI muestran que, históricamente, el efecto negativo de ese tipo de disparidad en las tasas de desempleo se ve exacerbado por una situación deprimida del mercado de la vivienda, un aspecto fundamental de la reciente crisis.

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