lunes, 21 de febrero de 2011

Los “NINI”: fenómeno real o historia urbana. Por: EDUARDO VILLEGAS ORDAZ


Para reconocer la adversa época en que les toco vivir a nuestro jóvenes hoy en día, serían los NINIS -mexicanos y del mundo- quienes son “jóvenes que ni estudian ni trabajan” y creen que su situación laboral y de vida no cambiará en el futuro” por que “son producto de la eterna crisis económica y los severos problemas estructurales del sistema educativo, lo que según especialistas de la talla de Alfredo Nateras, académico de la Universidad Autónoma Metropolitana, unidad Xochimilco, y Aurora Loyo, profesora de la Universidad Nacional Autónoma de México, respectivamente, los cataloga como “fenómenos sociales” producto de la actualidad.

Sin embargo, al ser clasificados los NINIS como “fenómeno social”, no es la única explicación aceptable para reconocer las adversidades u oportunidades que la población joven puede contemplar en la época contemporánea, por que en contra parte, los jóvenes pueden denominarse también como “altamente preparados”, es decir, quienes al mismo tiempo que aquellos han sabido "fomentar proyectos e iniciativas que impulsen la participación activa de éstos en su entorno y que este le brinde las herramientas necesarias para la construcción de un proyecto de vida”, señala la psicóloga y académica de la Escuela Nacional de Estudios Profesionales (ENEP) Aragón, Alicia Téllez Caballero.

LOS NINIS DE AQUÍ Y DE ALLÁ

Partamos de un hecho: los NINIS existen aquí y en el mundo. Según infinidad de estudios y estadísticas tanto a nivel local como del extranjero, logran ubicar a estos jóvenes entre 14 y 34 años, y sin duda son millones. Baste mencionar ciertos datos para ilustrar: para el Instituto de la Juventud en España contabiliza 600 mil en ese país; la Organización de las Naciones Unidad (ONU), presenta estadísticas de África que alcanza 40 por ciento de su juventud actual, Argentina con 20 por ciento en esa condición, sigue con Uruguay con 18 por ciento, Brasil con 19 por ciento, Paraguay 21 por ciento y suma toda Centroamérica con un 21 por ciento.

En México, hubo un agarrón entre dependencias públicas y privadas por encontrarle cuadratura al círculo, es decir, concretizar una cifra objetiva y tangible con tal de aceptar de todas maneras la presencia del “fenómeno social” de los NINIS. El académico del Tecnológico de Monterrey, campus Ciudad de México, Mario Schettino, dice que son “28 millones”; la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), fijo la cantidad de ocho millones; mientras el Rector de la Universidad Nacional Autónoma de México, Dr. José Narro Robles, y el Instituto Mexicano de la Juventud coinciden en que son siete millones. Finalmente, los académicos del Tecnológico de Monterrey, campus Estado de México, Octavio Islas y Fernando Gutiérrez, sostienen que “los llamados coloquialmente NINIS son en nuestro país unos nueve millones”, de acuerdo a su estudio Resultados de los estudios 2009 y 2010 de hábitos y percepciones de los mexicanos sobre el internet y diversas tecnologías asociadas. En el caso particular del Distrito Federal, por ejemplo, los NINIS se cuantifican en 110 mil, de acuerdo a estimaciones de la secretaría de Educación del Gobierno del Distrito Federal. Su ex titular, Mario Carrillo, en breve entrevista desde sus oficinas, dijo que “los ve como una generación sin esperanza y viven en una sociedad que no los reconoce como sus miembros".

Es extraño revisar la existencia o no de los NINIS, ya que los que hoy somos adultos añoramos volver a ser jóvenes, es la edad que más se codicia; pero la situación actual del joven mexicano es la de “no tener planes para el futuro, no tienen tampoco compromisos menos ilusiones, y para nada tienen asegurada ni la educación ni el empleo”, describe la especialista Téllez Caballero.

En su opinión, el presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal, el Dr. Luis González Placencia, los NINIS “va a ser un bono demográfico que se perderá, al estimar que para el 2025 la población mexicana será mayoritariamente joven, y para el 2050 la cuva generacional caerá y toda esa gente que hoy demanda empleo y educación pues no la tendrá y así envejecerá”.

Al respecto, y hurgando en las cifras del Consejo Nacional de Población y con la ayuda de la C. P. Adriana Ayala, de la Facultad de Contaduría y Administración  de la UNAM, ´ese bono demográfico´ representaría unos 7.5 millones de jóvenes en los que el país tendría que invertir o gastar del 0.57 a 0.68 por ciento del Producto Interno Bruto. “Se trata de un complejo fenómeno que tiene sus raíces en el modelo económico y social de las últimas décadas. Las expectativas que se plantearon a lo largo del siglo XX, en donde al terminar una carrera encontrabas trabajo con prestaciones y seguridad laboral, hoy ya no son factibles por que se tiene enfrente una época de incertidumbre profesional y las empresas te niegan el compromiso laboral a largo plazo”, explica la psicóloga Alicia Téllez.

CONTAGIO AMBIENTAL

Al parecer "los jóvenes que ni estudian ni trabajan tienden mas a una sobre exposición discursiva, en busca de justificar lo que por si mismos no son capaces de conseguir si por el contrario fueran jóvenes altamente preparados y capaces de competir bajo condiciones de precariedad económica, escasas fuentes de empleo, pero surgidos de excelentes niveles educativos desde los sectores publico o privado”, asegura la psicóloga Téllez Caballero.

“Los opuestos se juntan, se sostiene por ahí; entonces, la coexistencia de jóvenes "NINIS y/o altamente preparados" en México hace pensar que el contexto social "contagia" a unos y a otros conforme los paradigmas de familia, estudio, empleo y prosperidad son entendidos y se logran proyectar o no por parte de los individuos en cuestión”, aclara la académica Alicia Téllez.

A caso no corren en vías paralelas la crisis y los problemas en el sistema educativo y el destacado esfuerzo tanto colectivo o individual de instituciones de gobierno e iniciativa privada para "fomentar proyectos e iniciativas que impulsen la participación activa de los jóvenes en su entorno y que este le brinde las herramientas necesarias para la construcción de un proyecto de vida", reflexiona la especialista Alicia Téllez.

Y agrega: "a pesar de representar una prioridad para el gobierno federal" la atención al fenómeno social de los NINIS, "el hecho de generar condiciones a quienes guardan la expectativa de estudiar y trabajar es un buen mensaje para los jóvenes del país".

Luego entonces, y a pesar de su pleno reconocimiento en estos momentos de coyuntura económica y de escasas oportunidades de empleo, tanto a nivel nacional como en las principales naciones del mundo, "resulta pues necesario comparar el contexto tanto de los jóvenes en 'situación' de NINIS y los altamente preparados para equilibrar un juicio que permita, por un lado, el rescate de unos y el impulso de los otros, siempre observando 'la posible influencia que el ambiente' pueda determinar en la actitud de ambos para diferenciar sus aptitudes y negarse unos las oportunidades mientras los otros se sientan motivados ante la adversidad", finaliza la especialista Téllez Caballero.


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