lunes, 21 de febrero de 2011

“México debe manejar una política salarial de acuerdo a su desarrollo económico”, Lic. Octavio Carvajal Bustamante, presidente de la comisión de Trabajo y Previsión Social de la Concamin. Por: EDUARDO VILLEGAS ORDAZ


Mientras estudios y estadísticas aparecen en el escenario económico para intentar caracterizar la situación del salario en nuestro país como “de errónea distribución de la riqueza” o “hay más empleo pero con salarios paupérrimos”, así como “hay mayores utilidades para las empresas no así para el salario”, en ninguno de esos informes aparece la otra visión que se le debe dar al salario: la visión de quien debe “luchar por retribuir a sus trabajadores de acuerdo a su productividad y la viabilidad del centro de trabajo donde éste labora”, aclara el Lic. Octavio Carvajal Bustamante, presidente de la Comisión de Trabajo y Previsión Social de la Confederación de Cámaras Industriales de los Estados Unidos Mexicanos.

En efecto, hasta el momento, en los medios de comunicación y demás centros de especialización se ha privilegiado la interpretación de que la situación actual del salario en México debe tener una visión o condición de clase; sin embargo, esa percepción no va con la realidad económica que vive el país, por lo menos no la del “empresario que nunca verá al salario como una fórmula negativa para el desarrollo, en donde la responsabilidad social de éste le obliga a cuidar de su empresa por medio de reconocer las condiciones económicas de ésta por una parte, y a sus trabajadores, a sus buenos trabajadores, gracias a su esfuerzo, a su capacidad, a su voluntad e interés en su desempeño dentro del proceso productivo”, sostiene el también presidente del despacho CB&T, Asesores laborales S.C.   

Con esta “visión de equilibrio” dentro del universo empresarial, el empresario (industrial, comerciante, etc) hay factores que intrínsecamente determinan las posibilidades de un centro laboral para “administrar sus posibilidades”, y también están los externos, “esos contra los que el empresario tiene que luchar para conseguir opciones y lograr pagar un salario; ambas siempre al lado del trabajador”, reconoce el Lic. Carvajal Bustamante.

FACTORES INTERNOS Y EXTERNOS CONDICIONAN AL EMPRESARIO PARA OTORGAR UNA RETRIBUCIÓN

Advierte: “Esto no es fácil” de reconocer a la hora de otorgar un salario. “Implica, por una parte, saber como esta la empresa en lo económico. Si se disparan sus costos, como resultado, la empresa tendrá dificultades. Ya sea que no logre subsistir o que su viabilidad tenga mayores costos que obliguen al empresario, en un momento, dado, a buscar créditos para poder actuar, y cubrir con ellos la operación ordinaria (el problema es que si la empresa en su operación ordinaria requiere de manera constante de créditos, esto quiere decir que no hay un equilibrio entre sus ingresos y egresos)”.

A lo que hay que agregar -continua con su explicación-, “indiscutiblemente todo lo que son los insumos, es decir, todo lo que para el empresario le cuesta al gastar en, por ejemplo, la energía con la cual moverá a su empresa. Esto en México es una desventaja por que muchas veces el gasto en energía es más barato en las naciones que son nuestros principales socios comerciales y directos competidores. Ello afecta a la competitividad de las empresas del país; y lo limita en los márgenes para una mejorar salarial”.

Además, por otra parte, agrega el Lic. Carvajal Bustamante, “en lo que se refiere a los apoyos sociales”, el empresario debe contemplar para con su empresa y la pretensión de dar un salario, “esos costos sociales más o menos elevados”. En términos generales para el empresario “estamos hablando de un costo de entre 26 a 28 por ciento de lo que significa otorgar como prestación social para el trabajador a través de su registro al Seguro Social, el pago al SAR, e Infonavit”. Agrega: “estas instituciones son importantes para el desarrollo social en términos del país; pero también son parte de los procesos de afectación a la vida económica de las empresas”. A lo que hay que agregar el pago de impuestos: “para las empresas no le resulta cómodo pagar impuestos y menos cuando son gravadas las empresas con impuestos especiales como el ISR, IETU e impuestos especiales para las empresas en ciertas actividades particulares”.

Al abogado empresarial no se le escapan los temas de la materia prima y la corrupción: “no hay que olvidar la materia prima, que dependiendo de la rama de actividad de la empresa, implica tomar en cuenta precios nacionales e internacionales. Y no podemos dejar de lado el papel que la corrupción juega en contra de las empresas. Si las importaciones tienen una entrada libre al país vía las aduanas, eso golpea muy fuerte al empresario mexicano. El contrabando `regulado o no`-y perdóneme si estoy diciendo una tontería-, pero el que introdujo al país algún producto o artículo, y no pago impuestos por su introducción y menos por producirlo, pues esto es un verdadero absurdo. Lo que también se puede traducir en una competencia desleal. Este tipo de corrupción o de descuido o error, afecta por supuesto a toda la cadena de producción”.

Y si de problemas hablamos, el Lic. Octavio Carvajal, puntualiza que la “inseguridad es otro factor que está afectando gravemente a las empresas. Es una situación que lamentamos todos, y que todos deseamos combatir. En ese sentido, el combate contra la inseguridad se debe sostener gracias a las acciones emprendidas por la administración pública, tal y como hasta el momento lo ha hecho muy bien. En fin, si nos centramos en la inseguridad, esta puede detener la inversión extranjera en el país; y también que las empresas ya existentes en México tuvieran que hacer mayores costos para cuidar a su maquinaria, sus instalaciones, el producto terminado, y desde luego a su personal”.

Hay que observar, por parte del empresario, “la conservación de las instalaciones de la empresa, junto con los costos de la salud y seguridad de sus trabajadores, los procesos administrativos y las acciones de prevención de accidentes. La suma de todo lo anterior hará ver a una empresa su viabilidad, con lo que dirá si mantiene o no esa fuente de empleo y logra entonces solventar el pago de los salarios. No es entonces que el empresario este peleado con su personal; el empresario tiene que ir midiendo todo y, al mismo tiempo, tomar en cuenta el rendimiento que el trabajador desempeñe para darle un salario”, reflexiona.

Hay más factores para enlistar, prosigue: “la tramitología con la cual la administración pública regula la actividad empresarial; a pesar de que el gobierno federal ha hecho un gran esfuerzo por reducirla. La capacitación, si bien es cierto, es una obligación para el empresario ésta se puede volver una carga para la empresa. Del sistema fiscal, que hace que en nuestro país el pago de impuestos eleve los costos. Si se simplificará, si se hiciera más sencillo, se pagaría más y habría menos problemas para el personal del SAT y los propios empresarios. El sistema de Seguridad Social debería tener una reestructuración tanto por costo como por los resultados. En el proceso político y económico del país o se olvido o no se hicieron los estudios adecuados para que el seguro social tuviera toda la infraestructura previa y no llegar a condiciones difíciles de subsistencia del mismo Seguro Social, como es ahora, el costo de las pensiones de sus propios trabajadores. El tipo de cambio también afecta. No hay necesidad de llegar a un control de cambio, eso sería anacrónico. Tiene que haber en determinados momentos, una visión clara del Banco de México para que no se descomponga nuestra capacidad de exportación”.

¿LA GLOBALIZACIÓN ECONÓMICA PROVOCÓ LA CONTENCIÓN SALARIAL EN MÉXICO?

Con una visión estratégica, el abogado miembro del despacho CB&T, Asesores laborales S.C., continua su exposición con la cual procura contemplar, ahora, la postura empresarial bajo el contexto de la globalización, que según críticos u otros analistas, hacen ver que en México “los salarios son raquíticos. Pero no lo son. Primero, obedecen a una situación económica del país. Si la globalización ha puesto en el escenario que el país compita, serán entonces los salarios un factor determinante para marcar una ventaja en las inversiones extranjeras. Pero también los salarios tiene que vincularse con la capacidad productiva de la empresa al lado de la participación del trabajador. El empresario nunca debe descalificar la mano de obra, la debe ubicar en el proceso productivo para que de acuerdo al contexto económico pueda retribuir a su gente.

“Nuestros amigos los sindicalistas o quienes se atreven a hablar del salario comparando lo de afuera con lo de adentro, pues hacen comparaciones de peras con manzanas. Si el desarrollo del país hubiera tenido la misma condición que ha tenido Canadá, Estados Unidos o Europa, podríamos hablar de que la globalización no solo es un proceso económico, también lo es social, y eso no se puede simplemente soslayar. No podemos estar pensando en que el salarios es malo o es bueno en comparación con otro país. Se debe reconocer el contexto nacional también. Que más quisiéramos que nuestro salarios fuera tal que tuviera el mismo nivel que Estados Unidos, pero, primero, deberíamos tener las mismas condiciones económicas de ese país. Decir que allá pagan mucho y que aquí se paga menos, por que somos unos explotadores, es simplemente demagogia. Debemos entender que es lo que podemos pagar frente a lo que tenemos como competencia. Tampoco se esta diciendo que no se deben de dar aumentos ni utilidades. No vamos a tener aquí salarios de primer mundo, por que eso así simplemente no funciona. Entre más se fortalezca la economía del país, consecuentemente vamos a tener una mejor capacidad de retribución. Que se den los que se generen y que se pague lo que se pueda pagar de acuerdo con esa capacidad. México se ha beneficiado de la Globalización”.

Y para quienes argumentan que la contención salarial forma parte de la política salarial a seguir por nuestro país, el abogado Carvajal Bustamante, dice que en “México se debe manejar una política salarial de acuerdo a su desarrollo económico. No es que se deba ganar menos, es que debemos buscar que la inflación no se desboque. Cuando los índices salariales no son congruentes con la competitividad de la empresa y se obliga a establecerlos más allá de la realidad económica, entonces lo que pasa es que la propia economía genera el problema. La inflación es una enfermedad incurable, pero se le puede manejar, regular. Se debe cuidar la inflación, y eso no es que se contraiga el salarios, es un factor de cuidado económico. Ya hemos tenido experiencias desagradables en ese aspecto por descuidar esa variable económica. Debemos cuidar la inflación.

“Lo que debemos hacer es estar pensando en que nuestro ingreso sea cada vez mejor para nuestro consumo interno de nuestro país. Podrán decir que el salario mínimo es muy bajo pero tenemos que ver a que tipo de personas va encausado: personas con cero capacidad de preparación que está al inicio de la línea de producción, y que obviamente, si quiere tener el salario de un oficial cuando no sabe hacer nada tampoco se le puede retribuir de una manera graciosa, por que volvemos ha ser ilógicos. La economía es totalmente lógica. Si los empresarios están pensando en dar más o en no dar, también es malo. La economía debe marcar esa lógica”, finalizó.

 

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